lunes, junio 14, 2010

Prismáticos Optic 1050

Amigo, ¿quieres ver kilómetros de lejos? ¿Lo quieres? ¿Sí? ¿De verdad, de verdad de la muerte? Pues entonces es tu oportunidad de comprar los prismáticos que tienen una lente para cada ojo y una rueda en medio y que tienen un montón de usos, como por ejemplo ir al teatro y ponernos en la zona de gallinero para que nos confundan con un francotirador. Estos prismátiscos, según nos cuenta la zombipresentadora, entre tropiezos y dudas (son una mierda de prismáticos, por dios bendito), son capaces de permitir ver animales, personas o cosas hasta a 55 kilómetros de distancia o, lo que es lo mismo, 55000 metros. ¡Una verdadera súperpasada! Si se te caen, no pasa nada, porque como vienen recubiertos de una capa de goma, rebotan y te pegan en la barbilla y se te rompe un diente canino. Los prismáticos (o "el aparato", palabras textuales del mongoser hembra) cuesta 250 €, pero ellos te lo venden a un precio increíble de 39'95 €. Me cago en chichinabo, si es que salen perdiendo dinero y todo. Dentro de nada presentan la teletienda mendigos. Además, te regalan un minitelescopio, cuya descripción literal de la presentadora es la siguiente: "El minitelescopio es muy bueno, ¿vale? Y se ven todas las cosas nítidamente, incluso las estrellas si nos apetece." Genial.

Después de soltar la pota (estoy escribiendo esto mientras escucho el anuncio en cuestión) me pregunto cómo un ser humano es capaz de, a través de unos simples prismáticos, ver cosas tan lejos. ¿Cómo? ¿CÓMO, JODER? ¿Es que están locos? Pues claro que no. No nos amonguemos nosotros también, por favor. Puedes ver hasta 55 kilómetros (o 55000 metros) porque... en fin, ellos lo han decidido. Tiraron dos dados y salieron dos cincos, y como tiene rima fácil pues los juntaron ¡et voilá! Podrían haber puesto, por ejemplo, en un arrebato de valentía sin mesura, así, en plan machotes, que con los prismáticos se pueden ver cosas hasta... hasta a trescientos ochenta y cuatro mil kilómetros de distancia o, lo que es lo mismo, pequeñinas y pequeñines, trescientos ochenta y cuatro millones de metros ya que, ¿acaso no veo la luna si me asomo a mi balcón y coincide que es de noche y no tengo una cabra delante? ¡Claro que sí! Entonces, ¿con los prismáticos mucho mejor? Y si tengo el minitelescopio incrustado en el ano, ¡supermejor de lo mejor!

Voy a comerme una tarta de manzana. Hasta luego. Gracias.