domingo, octubre 10, 2010

Ateo poco hecho y agnóstico con patatas

Creyentes, yo, como Aznar, a veces rezo en la intimidad. Al grano.

Cristo da mucho que hablar. Me refiero a Dios encarnado. Ya le conocen. Jesucristo. Todo lo he visto en 20minutos, en la sección "Jesucristo". Vagancia. Un pecado de ésos. Perdónenme.

En el mundo del arte, si te metes con Dios, llamas la atención de ordinario. No hay nada mejor como Dios para dar a conocer tu obra o una hostia mixta, es decir, dos hostias consagradas con un poco de jamón de york y queso dentro. Tengo que buscarle salida para los bautizos de los niños a los que les da asquillo la torta normal y seca. Lo hablé un día con un compañero de trabajo. Nos dio mucho sol.

Con Dios se llega de la Nada al Todo en menos de un amén. Tuvo un buen márquetin su persona y vende mucho. Muchas veces he pensado que, si creyera en su existencia, si ÉL mismo dijera de volver a nacer las pasaría canutas al intentarnos hacer creer que en verdad es ÉL de nuevo. Dios Returns, vamos. O Jesucristo Reloaded. O Holy Ghost 2, es decir, el fantasma sagrado segunda parte. En la Roma aquélla las cosas eran de otra manera. Digo yo. Belén Estebán no existía y en el futuro nadie creerá que algo así pudo existir o en verdad es que fue una entelequia. Por cierto que hoy he visto un programa en el que hablaban de su cara y de “fondo conductor” ponían un videoclip del Thriller de Michael Jackson. Que alguien me lo explique, por favor. Pero me refiero, retornando al tema, que ahora tendría mucho camino por recorrer ese Dios, Aventuras en la Tierra, de Nuevo para Abajo, Ahora no me pillarán desprevenido, the Flim. El producto está ya por encima de ÉL mismo. Los artistas lo saben. Como producto es bueno, muy bueno. Dios da para mucho juego. Es un buen negocio.

Distensión muscular es lo que dice el párroco que es lo que le pasa al Cristo de un crucifijo de la Iglesia de San Carlos Borromeo de Warr Acres, Ohio, Estados Unidos de América. Esto pasó hace mucho tiempo. La noticia, digo. Fue colgado en febrero y me pregunto si seguirá allí. El Cristo. Yo, en verdad, veo distensión, sí, sí, la distensión de una pol... El artista que hizo eso les gastó una broma y ellos se la creyeron. "Normas específicas de la iconografía y el arte eclesiástico". Si no digo que no. Pero el que sea le ha dibujado una pol… y punto.



Javier Krahe también hizo lo propio. Un corto fue la excusa para hacer arte con el que nos enseñó a cocinar a Cristo en su propio jugo. Y para dos personas, oiga. Lo bueno es que si tienes familia lo tienes fácil. Duplicas los ingredientes y listo. 

Véanlo: al horno, con mantequilla y una pizquita de pimienta. (Menos mal que es un corto, porque mierda, mierda, lo es un rato. Porque sale Cristo, que si no…).

Pues al parecer le piden una pasta, tanto a él como a Canal más, que emitió una entrevista donde se emitió a su vez el corto que para más inriquito es del año mil novecientos setenta y ocho. Lo mejor del vídeo es ver la cuerdecica con la que tiran de la bandeja.

Ya para finalizar, la noticia que me ha llevado a las demás. Enrique Chagoya expone una litografía de doce partes y llama la atención al poner a Jesucristo manteniendo relaciones sexuales. Luego llegó una señora llamada  Kathleen Folden con una barra de hierro y se cargó la obra. A la mujer le dio cosica y se cogió un cabreo.

Enrique Chagoya nos dice: "El objetivo principal de mi obra es expresar mi preocupación personal en relación con las instituciones religiosas, no sobre las creencias religiosas en sí mismas, las cuales respeto”.

A veces me pregunto por qué no dicen directamente: “Soy un artista y hago lo que me da la gana, que para eso soy un artista, hostiasya. Lo que me sale de la distensión muscular hago, oiga”. Quedaría todo más claro y encima tendría toda la razón.

Aquí iría el dibujo de Jesucristo negociando su contrato para un nuevo programa de televisión. El directivo le dice que así es como vende pero Jesucristo está harto. “Quiero quitarme la zarza, cortarme el pelo y de salir con chancletas, el final, que tengo los pies moraos de las tirillas”. El directivo no lo ve claro y le dice que, a lo sumo, se pone una toga color rosa pero que de lo demás ni hablar. Jesucristo coge el contrato, lo rompe y saliendo aireado de la habitación dice: “A la mierda, hombre.” Su representante está preocupado. Acaba de imprimir doscientos cuarenta millones de camisetas con su rostro estampado y no sabe dónde meterlas.

Como si fuera un lunes. Al otro, si no me tiran piedras, más. Gracias y aDios.

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