jueves, octubre 30, 2008

El teletimo de la estampita

Me levanto por las mañanas, pongo el televisor y me sorprendo de que las cosas han cambiado mucho. Me sorprendo, también, de que hace mucho tiempo que no pongo el televisor por las mañanas. Un alivio.


Resulta que ahora determinadas cadenas han sustituido sus programas matinales de noticias (acortándolos o postergando su emisión, que a lo mejor es lo mismo) por estos programillas en que te ofrecen dinero por decir una letra o cualquier animal al azar, o lo que sea. La culpa, de la crisis. Lean este artículo y este otro, si tienen tiempo. Yo se los resumo, si no.

"Carbonell ha explicado que la proliferación de cadenas de televisión y la dificultad creciente para obtener recursos económicos a través de la publicidad debido a la crisis mueve a las televisiones a buscar otras vías de financiación, entre las que se encuentran los concursos".

Estas cadenas han sustituido los 806 por 906, un tipo de llamada que no resulta rentable por el tiempo de espera del que llama, sino que es rentable por la cantidad de gente que llama en sí. De ahí los tiempos de espera de una tipa mirando fijamente a cámara, los tiempos muertos, la agonía,... Al final resulta ser un timo, como los de antes, igualmente difícil de demostrar, como los de antes.

Aquí iría un dibujo de un señor que le dice a otro. "Le regalo este puñado de billetes de quinientos por suelto para llamar en esa cabina a mi mujer". El otro le mira de reojo. "¿No es un trato muy desigual? Creo que usted sale perdiendo. Con esos billetes de pega engaño a aquella vieja y me saco lo menos cien euros". El primero parece francamente preocupado: "¡Pero si ha sido la jodida vieja quien me los ha dado a cambio del cheque de mi nómina!".

Son los propios "compañeros" de trabajo, en plató, quienes suelen "salir al aire" para, ante preguntas como "Dime un nombre animal", contestar: Chuck Norris.

No es un caso real, pero habría sido divertido. La pregunta no es válida. Lo siento, admiradores del ultraser arreapatadasycollejacas a diestro y siniestro. La chica, aturdida y apenada, casi llorosa, exclama un ¡noooooo! rompetímpanos y, hala, que pase el siguiente.

«Otra de las irregularidades que denuncian las asociaciones de consumidores es lo que se conoce como 'enganche de línea'. "Se han dado muchos casos en los que el teléfono se queda como 'enganchado' y sigue rellamando automáticamente. Cuando llega la factura, los usuarios ven que se han producido llamadas a ese número con una frecuencia de escasos segundos, algo que es materialmente imposible y que constituye un fraude. Hemos tenido casos de facturas de varios miles de euros", aseguran desde UCE-Asturias».

Es decir, que ya no se conforman con que la gente sea tonta, sino que los toman, además, por gilipollas. Ya sé que es una fina línea. Pero una cosa es que tú sepas que estás haciendo el tonto al llamar y otra es que ellos tengan la certeza de que lo eres de verdad. Eso jode, hombre. A mí no me llama tonto nadie más que mis amigos. Serán hijos de p...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este post se parece tela a uno mío de hace un par de semanas...

http://heladodechocolatecontrocitos.blogspot.com/2008/10/tele-tongo-al-habla.html

El mío es bueno... el tuyo también... de verdad te lo digooooo