jueves, octubre 30, 2008

Alexis tiene muchos sofás-relax fabricados en China

Alexis Villar (un señor) está maldito, o al menos dice él. Un "escritor" que parece no levanta cabeza y que ahora viene con el “cuento” de que la mierdaca, según palabras suyas, de película ‘Vicky, Cristina, Barcelona' es un plagio de una novela suya. Aquí pueden deleitarse con el asunto.

Al pie de una crítica a la película de Woody Allen en “¡que alucine!” (que yo, pa’mí, que va con acento ese ‘que’) se queda agustito y dice que “es un bodrio al 100%”, y entrecomilla él mismo sus palabras como si fuera un ente aparte de sí mismo. Una cosa un poco rara…

La cosa es que, para salvar su novela, el señor Alexis dice que han puesto patas arriba sus personajes, su trama, etcétera para que nadie se diera cuenta. Claro, yo voy a ver ‘Vicky, Cristina, Barcelona’ y, ¡me cago en la leche!, nada más empezar digo, ésta es la jodida novela de Alexis… Hijos de p... ¡Habéis plagiado a Alexis, cabrones! En fin...

Además, Alexis opina que “Evidentemente fui el único no invitado a la ceremonia de lanzamiento de Midnight to Barcelona” (título primigéneo de la pinícula). Bueno, a mí tampoco me invitaron. ¿Por qué tenían que invitar a este señor? No lo tengo muy claro. (Creo que este tipo está un poco mal del castaño, con perdón).

El señor Alexis nos advierte de que, si bien la película de Woody Allen es un zurullo, hay que leer su novela para darnos cuenta de lo bien que escribe y de que, efectivamente, es un plagio. Tal vez venderá algunos ejemplares en su página web y, entonces, lo sabremos. Se lo dejo a ustedes. Yo tengo unas cuantas novelas pendientes, pero no mías, sino de otras personas que escriben y no están malditas (o a lo mejor sí).

Aquí el sofá-relax “asesino” fabricado en China ataca de nuevo.

Me ha llegado al alma, el hecho de que “Una distribuidora del sofá destrozó 100 unidades para comprobar su toxicidad”. A lo mejor con la simple muestra de uno bastaba, o si acaso, unos cuantos. Pero, ¿cien y pasados por la picadora?

El sofá en cuestión producía sarpullidos por llevar un exceso de producto llamado dimetilfumarato, usado contra los hongos. El sofá “afecta a brazos, espalda, piernas y nalgas”, es decir, partes humanas susceptibles de entrar en contacto con el sofá si se sienta usted en él, con excepción de la cabeza y la colleja, que parecen inmunes...

Aquí iría el dibujo de un bosque en donde hay un sofá-relax fabricado en China. Un grupo de Pitufos intenta quemarlo. “¡Maldito engendro!”, grita Papá Pitufo. “¡No prende!”, maldice Pitufo Mecánico. Una Pitufina oronda, que lleva su prole de nueve hijos en los brazos, se seca una lágrima. “Entonces tendremos que marchar”. Pitufo Sabio asiente. “Es cierto, en este lugar no crecerá jamás un jodido hongo donde vivir”. Una tragedia, vamos.

La noticia nos informa de que en España han sido tres los afectados, quienes compraron sus sofases en Conforama y en Moblerone. Así que tengan cuidado cuando entren en estos centros del mal y venta de productos “nocivos” para el hogar y el ser humano, no vaya a ser que una estantería les arranque los ojos. Advertidos quedan. Mi sofá, a lo más que llega, es a mandarme a la mierda cuando pongo "El programa de Ana Rosa". Y es que está de un tonto...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno el post, me he reído mucho. Cosa más o menos sencilla en mi caso... pero que yo valoro mucho, que conste...