miércoles, septiembre 17, 2008

Jurisprudencia python

"La ley de Chicago prohíbe comer en un lugar que está ardiendo."

Esta ley y el resto al que daré una explicación detallada las he extraído de una web que las tiene todas ordenaditas y con muy buena letra.

El caso viene porque anteayer mi cuñao, Paco Mármol, me esclareció este asunto tan intrigante: el por qué de que en EE.UU. e Inglaterra haya "leyes" tan gilipollas. Él mismo tuvo esa duda y lo habló con un amigo abogado.

Según parece (y es) el sistema de derecho anglosajón y estadounidense se basan sobre todo en sentencias judiciales, interpretaciones que en un momento dado un tribunal ha hecho de las normas jurídicas dictando, en consecuencia, una sentencia que formará parte del sistema jurisdiccional. Es decir, un juez dicta una sentencia en un juicio determinado y esa sentencia se convierte en lo que nosotros entendemos como ley.

Clarificándolo con la ley que abre este "artículo", imaginemos un incendio en un centro comercial de Chicago. Se activan las alarmas. La gente sale por patas, grita, llora, se pisotean unos a otros, lo normal. Llega la policía, los bomberos, y se encuentran con un tipo que se está terminando su bocadillo tranquilamente sentado en la mesa de su restaurante favorito.

"¿Qué cojones está haciendo usted aquí?", pregunta el bombero. "¡Joder, comiéndome un puto bocadillo!". "¿Pero, joder, es que no ve que se está quemando todo?". "Es mi puta media hora de puto descanso. He pagado mi puto sándwich. ¡De aquí no me muevo hasta que me lo coma, joder!". (Nota: Los americanos es que insultan mucho, de ahí tanto improperio. En la version original este texto estaría lleno de "fuck".)

Dice "fuck" porque se le están quemando las patatas.

A lo que vamos, el bombero, en consecuencia, intenta sacar de ahí al tipo, que se resiste pero, finalmente, lo consigue. "¡Te voy a denunciar, mother fucker!", diría el otro. Tenemos un juicio en donde se dicta una sentencia y, "et voilà", ya tenemos jurisprudencia: en Chicago no se puede comer un puto bocadillo en un lugar que se está jodidamente incendiando. Y yo digo, ¡fuck!

Por eso, el resto de ejemplos de "leyes" son aterradoras.

¿A qué puercazo debieron llegar a juicio en Kentucki para que se bañara, por lo menos, una vez al año? ¿Qué locura infernal desencadenaría en Denver dejarle la aspiradora al vecino? ¿A qué loco se le ocurriría en Greene, Nueva York, comer cacahuetes y andar hacia atrás por las aceras cuando hay un concierto? ¿Qué masacre desencadenó esto? Y, por dios, ¿cómo sería de feo el señor que pasó la frontera de Urbana, Illinois? Maldita sea, ¡ahora no dejan pasar a monstruos por ahí!

Esta es buena. "Los peatones del Distrito de Columbia que salten sobre los coches en movimiento para evitar que los atropellen, y golpeen el coche al caer, son responsables de cualquier daño inflingido al vehículo." Joder, aquí hubo un listo que atropelló a una viejecita que le hizo polvo el capó del coche. Señora, debió dejar que la arrastraran doscientos metros entre las ruedas. Mala suerte. La próxima vez mirará mejor a la hora de cruzar el paso de cebra. Ahora amoquine la pasta para que este señor arregle su Porsche.

"En Tulsa, Oklahoma, va contra la ley abrir una botella de soda sin la supervisión de un ingeniero con título". Quien agitó esta botella de soda en Tulsa para hacer la gracieta debió liarla parda.

El motivo por el cual estas leyes son tan tiquismiquis en los detalles lo tenemos en el origen mismo de la jurisprudencia, la sentencia. Un caso concreto genera una ley concreta. Un ejemplo: "Según la ley del estado de Idaho es ilegal que un hombre le regale a su amada una caja de bombones que pese menos de 50 libras (aprox. 23 kg)". Es decir, si esto está bien, debes regalarle a tu amada una caja de bombones de, por lo menos, veintitrés kilos y medio si no quieres que te denuncie y termine ganando el juicio.

En fin, un nuevo caso de "Mundo Absurdo" resuelto. ¡Bienvenidos a mi nueva sección!

3 comentarios:

. . dijo...

Cuñaaaooo

A mí me hubiese gustado ver a la embarazada que se meó en el casco del "bobby" londinense :DDDDD

. . dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Sr. Sin Culo dijo...

A mí me intrigan muchas pero esa de la botella de soda me llama particularmente. Me imagino a un chaval metiendo la botellita a centrifugar en una lavadora y dejándola luego sobre la mesa donde se reune toda la familia. La abuela: "Me abrís esa botellita de soda, please. Quiero hacerme un tintou de veranou". Y, hala, destrucción total.

P.S.: Por cierto, lo de eliminar un comntario, que queda muy feo, es que se me coló y no sabái cómo gestionarlo. ;)