martes, septiembre 23, 2008

Padres vs. lápices amarillos

Hoy he leído varias cosas. Una sobre un espejo perfecto, obra española que permitirá observar a nivel atómico muestras frágiles.

Aquí iría el dibujo de una célula horrible mirándose en un espejo. Dice “Ya era hora” porque ahora sí se ve guapa.


Entre otras, la que quiero comentar con más profusión y resquemor es que en Inglaterra hay doscientas personas que se han quejado de que en un anuncio contra el tabaco aparecen unos niños. Doscientos padres. Ya estamos con los tocapelotas.

El niño aparece “fumándose” un lápiz delante de un espejo. Imita a sus padres. La pretensión del anuncio es que los padres no fumen delante de los hijos. Hay un estudio que dice que un tercio de las personas que terminan fumando provienen de padres fumadores. Ya me veo a un millón de niños ingleses fumando lápices a todas horas tras ver el anuncio. La cosa tiene mucha miga. Trasladar las quejas de la falta de educación y cuidado de los hijos en el hogar a los hipotéticos mensajes de un televisor siempre me ha llamado la atención.

Aquí, el dibujo de un televisor maléfico porteado por un grupo de niños rebeldes. El televisor dice “Dominaré el mundo”, y parece que tiene razón.


El televisor, ese chisme receptáculo de tantas cosas propensas de ser vistas por niños, es el culpable de quejas que, la verdad, me parecen realmente gilipollas. Es como aquella de la asociación de campesinos de Cataluña o no sé qué al respecto del anuncio de Bocatta en que se veía a una familia tronchándose los huesos tras venir del huerto. Es que hay asociaciones que se aburren mucho o no saben cómo encontrar fondos.

El tema del horario de protección infantil está manido y, para un servidor, no vale para nada. ¿Pero es que ese sobreproteccionismo va a hacer a la chavalada mejor? Si no tienen el cariño de unos padres en casa (porque están hasta el tuétano de curro), un porcentaje saldrán tarados de todas las maneras: ya sea viendo un anuncio de patatas fritas, que una serie en que se amputan brazos a todas horas.

El problema no reside tanto en que un padre no quiera que su hijo vea a otro chiquillo “fumándose” un lápiz amarillo delante del espejo como en que ese padre o madre tenga tiempo para explicarle a su hijo que fumar es una porquería (e intente hacerle entender el motivo por el cual él sí fuma o ha decidido no fumar nunca), así como que esté al tanto de lo que hace y no hace cuando está en casa o vuelve de salir con los colegas. Si no hay tiempo para estar cuidando a un hijo y te ha pasado que, por cosas de la vida, has tenido uno, no le eches la culpa de lo tarado que te ha salido a la televisión, tampoco al profesor, ni a esos compañeros cabrones que le han majado a collejas a la hora del recreo o a ese programa en el que salen tetas. La culpa es vuestra, padres del mundo. A joderse toca.

La responsabilidad de la educación es vuestra y sólo vuestra. Porque si un profesor decide recriminar a vuestro hijo por una falta de conducta y, al llegar a casa viene lloriqueando o insultando al profe y, no solamente le dais la razón, sino que buscáis al profesor abusón de los cojones para pegarle una paliza, entonces el problema es vuestro y solamente vuestro. Porque cuando tu hijo te pide que salgas con él a pasear y no te apetece porque estás hecho mistos y le regalas una consola de videojuegos para que se entretenga, entonces luego no digas que el chaval te ha salido un solitario pirado que se dedica a quemar las cortinas del salón. Y hay muchos ejemplos. La suerte es que salgan chavalines educados y correctos.

Pero en fin, que esto tiene mucha más miga que un niño haciendo posturitas delante de un espejo con una mierda de lápiz en la mano.

Aquí, el dibujo de un lápiz maléfico porteado por un grupo de niños rebeldes. El lápiz dice “El mundo será mío”, pero no lo veo muy claro porque los chavales que llevan el televisor parecen mucho más cabrones.

2 comentarios:

. . dijo...

"Hay un estudio que dice que un tercio de las personas que terminan fumando provienen de padres fumadores."

Por lo tanto, dos tercios de los fumadores provienen de padres no fumadores.

Obviamente si no fumas tienes más probabilidades de que tus hijos sean fumadores.

Por eso yo me sacrifico y fumo por mis hijos.

Sr. Sin Culo dijo...

Ahí le has dado. Si es que eso es amor de padre y lo demás son tonterías.